jueves, 27 de enero de 2011

Querido Nadie

Espero no parecer una salida ni nada por el estilo, solamente necesito decirte lo que siento.

Son las 12:30 de la madrugada, no puedo dormir, cada milímetro de mi cuerpo demanda tus caricias, tus besos, tus abrazos, tus mimos.

Pienso en ti, en los momentos que hemos pasado juntos a solas, en nuestros futuros momentos, y no puedo evitarlo, mi cuerpo se altera, se excita, te desea.

Como no estás cerca, intento calmarme, pero no soy capaz, solo tú sabes cómo hacerlo.

Deseo sentirte junto a mí, sentir como nuestros cuerpos y nuestras almas hacen el amor de esa forma tan dulce y romántica como solo tú sabes hacerlo.

Te amo, te extraño. Me siento sola durmiendo sin ti, me sobra demasiado espacio en esta minúscula cama si tú no descansas a mi lado. Desearía que fueras este osito de peluche que estrecho entre mis brazos. Desearía que fueras estas sabanas que me abrazan mientras duermo.

No tengo mucho más que decir sin llegar a ser repetitiva. Tan solo que cada noche deseo tenerte a mi lado para verte, oírte, sentirte, abrazarte, besarte y pasar toda la noche junto a ti.

Te ama:
Sin Remite

lunes, 24 de enero de 2011

Querido Nadie

Siento frio si no estás a mi lado.
No quiero perderte, por nada del mundo quiero renunciar a ti.

Te amo demasiado como para dejarte ir.
Quiero pasar toda mi vida a tu lado, imaginar mi vida sin ti me es imposible.

No puedo obligarte a que estemos juntos si no quiere, pero necesito que sema que haría lo que sea, cualquier cosa, por no perderte.

Cuando veo el final ten cerca me doy cuenta de que nada es imprescindible, ni siquiera yo misma, pero tú si lo eres para mí, y por ello daría todo cuanto tengo para que no te fueses de mi vida, no me hagas renunciar a ti, a nuestro futuro juntos.

Por favor, no te vayas... No me dejes sola con este frio...

Siempre te llevare conmigo:
Sin Remite

miércoles, 19 de enero de 2011

Querido Nadie

Te extraño.
Echo de menos tu voz todas las noches antes de dormir.

Echo de menos los momentos infantiles que pasábamos jugando a cualquier cosa, peleándonos con almohadas o hablando como si fuéramos bebés. Echo de menos tus negativas a jugar a cualquier juego de mesa, porque sabias que si ganas tú yo me mosquearía, porque no se llevar bien una derrota, y siempre ganabas tú.

Echo de menos mirarte, quedarme ensimismada mirándote a los ojos sin saber ni sentir nada más que mis ojos centrados en los tuyos. Echo de menos tu mirada mientras yo estoy concentrada en alto, y tú crees que no me doy cuenta de que no paras de mirarme.

Añoro el sonido de tu corazón, escucharlo latir, notar los cambios de ritmo al moverte o dormirte.

Echo de menos el tacto de tu piel, entretenerme y abstraerme haciéndote caricias. Echo de menos el tacto de tus manos rozando mi piel, los pequeños escalofríos que me recorrían cuando pasabas tus dedos por mi piel de forma suave apenas rozando el vello. Echo de menos las dulces cosquillas y las caricias.

Echo de menos sentir tu aliento cerca de mí mientras duermo. Echo de menos ver tu sonrisa al despertar. Echo de menos dormir abrazada a ti.

Echo de menos tu olor.

Echo de menos el calor de tu cuerpo en estas frías noches de invierno.

Echo de menos tus cuidados y atenciones cuando me quedaba dormida mientras veíamos alguna película.

Echo de menos la voz que pones cuando quieres mimitos y yo estoy haciendo algo y parece que no te presto atención.

Echo de menos escucharte tocar la guitarra. Quisiera cantar contigo a voz en grito en mitad de cualquier parque ignorando a la gente que pasea como si fuéramos los únicos seres vivos en la faz de la tierra.

Echo de menos caminar agarrándote la mano.

Echo de menos tus besos. Echo de menos morderte el labio y que al acercarte a mí para devolverme el mordisco, yo me aparte y te esquive, engañarte y volver a morderte.

Echo de menos enfurruñarme solo para que te acerques sigiloso, como cual gatito, con cara de niño pequeño triste y me des un golpecito para llamar mi atención y digas "lo siento" con la voz más dulce que se puede escuchar. Para luego ver tu rostro rebosante de alegría cuando en ese instante me ves sonreír y lazarme hacia ti con los brazos abiertos para darte un fuerte abrazo.

También echo en falta las conversaciones transcendentales sobre la sociedad o la política, y tus lecciones de religión o historia. Echo de menos aprender de ti, adentrarme en tus conocimientos, sentirme tonta a tu lado mientras me asombras con tu sabiduría, como una niña el primer día de colegio. Echo de menos divagar contigo, sobre cualquier cosa, el futuro, o los temas más absurdos que se nos pasaran por la cabeza.

En definitiva, extraño todo de ti, y cada uno de los momentos que he vivido contigo. Sobre todo y por encima de todas la cosas, echo de menos poder decir que Te Quiero.

Adentrada en un mar de recuerdos y embriagada de melancolía, me despido.
              Sin Remite

sábado, 15 de enero de 2011

Querido Nadie

Situación insostenible.
Siento que muero si no estoy contigo.
Sin ti no soy nada.

No hay segundo en el día en el que no piense en ti, en que no recuerde tus caricias, tus besos, tus abrazos y el hecho de pensar que no volveré a sentirlos me atormenta.
Por el contrario, cada instante que pasa hace que esté más segura de que no quiero volver a sentir tus labios sobre los míos, ni tus manos sobre mi piel. Porque si consintiera que todo se volviera a repetir, la tortura aumentaría.

Sé que no podemos estar juntos. Desde el momento en el que supe que llegaría a amarte, también supe que no llegaría a compartir contigo mi vida por siempre, supe que probablemente no llegarías a ser más que un buen amante, como posteriormente he comprobado. Algo intenso, precioso e inigualable, pero fugaz y pasajero. Pero a pesar de todo, creo que puedo afirmar casi sin lugar a dudas que has sido la persona más importante de mi vida.

Jamás había llegado a amar tanto a alguien hasta el extremo de querer odiarle para así amarle un poco menos. Porque, no sé si lo sabes, tanto amor duele. Duele demasiado. Sé soportar muy bien el dolor físico, pero el emocional… es inaguantable, insoportable, exageradamente horrible.

Quiero poder volver a odiarte como creí que llegue a conseguir no hace demasiado, quiero volver al tiempo en que planeaba terribles venganzas contra ti por el daño que me causaba tu ausencia, por lo que yo creía una deshonra.
Pero al conocer los motivos, al ver como la deshonra se convertía en dicha, el daño en beneficio, la ira en amor…. Ahora es imposible odiarte…

Sin saber cómo olvidarte y apenada por tu ausencia, me despido…
Siempre tuya:
                Sin Remite

martes, 11 de enero de 2011

Querido Nadie

He estado reflexionando sobre lo que me contaste. Sobre todo lo que estas pasando, y quizás lo que te voy a decir no te sea útil, o si lo es, no te será fácil.

Por propia experiencia te digo, que si merece la pena esperarla, si realmente crees que merece la pena, no te quedes sentado a esperarla, lucha por ella, ve a por ella. Demuéstrale y dile el porqué si te merece y tú le mereces a ella. Demuéstrale lo que sientes y el porqué lo sientes. Y si ella realmente te quiere hará lo correcto. No te digo que le hagas elegir, simplemente sincérate con ella y demuéstrale que te importa, que la quieres y que no vas a rendirte.

Y si pensándolo fríamente, con decisión y calma, descubres que ella tiene razón y que no merece la pena esperarla, o no estás seguro de querer esperarla. No lo hagas, será duro olvidarla, pero en un futuro más o menos cercano llegará alguien mejor.

Pero piénsatelo bien. Sé por experiencia que si te rindes antes de tiempo te arrepentirás. Y si es verdad que la quieres y ella te quiere a ti, aun no es tarde.

Atentamente:
                Sin Remite

sábado, 8 de enero de 2011

Querido Nadie

Se suele decir que la perfección no existe. Que todo puede mejorarse.

Pero... ¿y si conoces a alguien que parece ser la persona perfecta?
El ser que encaja perfectamente en el hueco que falta para completar el puzle de la felicidad.

Creo que yo he encontrado esa pieza de mi puzle.
Ahora tú pensarás: “Pues entonces, ¿cuál es el problema? Coge la pieza y encájala en su sitio, puzle completado y problema resuelto”.
Pero es mucho más complicado que todo eso, resuelta que yo no encajo en su puzle. Como para mí resulta un ser tan especial, prefiero dejarle ir, dejar que busque la pieza que falta en su felicidad, antes que retenerle contra su voluntad provocando así que su alma esté incompleta.

Lo peor de todo es que me niego a mí misma lo que siento. Me obligo a creer que estoy vacía, que el amor me ha abandonado a mi suerte y me ha dejado en manos del vil destino. Si realmente no le amara, todo sería más fácil, así no tendría que sufrir su ausencia. Si me obligo a creer que no me importa más allá de la amistad, sería mucho más fácil ser simplemente su amiga.

Pero un abrazo amistoso, un solo abrazo, UN ABRAZO SUYO…
Y tenerle frente a mí, escucharle cuando esta triste, saber que se encuentra con el corazón roto… Eso me parte el alma. Se desmoronan mis teorías sobre la ausencia de amor. Y me doy cuenta de que lo único que sé hacer es mentirme, engañarme y engatusarme a mí misma con falsos sueños, con embustes y falsas ilusiones superfluas.

Pero me da tanto miedo quererle. Amarle sería incluso peor que perderle. Temo más al amor que a la ausencia del ser amado. Porque si le quiero, si admito mis sentimientos, si decido aceptar que amo a la persona perfecta, jamás podre llegar a amar a nadie más, me esperaría la soledad eterna, el desamor, el desconsuelo, la ausencia de vida. Porque sé a ciencia cierta que la máxima perfección jamás podrá corresponder a mi amor.


Sin más demora, se despide un alma incompleta.

Atentamente:
            Sin Remite

viernes, 7 de enero de 2011

Carta de Presentación

Querido Nadie:

Soy una ilusa mujer, que se conforma con llorar en la silencia y oscura soledad de su dormitorio, mientras sujeta sobre sus rodillas una vieja libreta en la que escribe cartas que nunca llegan a su destino.

Supongo que todo el mundo tiene cosas que decir, que siempre calla, ya sea por miedo, por falta de valor, por prudencia. Yo escribo todo aquello que no puedo expresar con la voz, por todos esos motivos, y porque a su vez necesito desahogarme.

Hay tantas cosas que callo, tantas cosas que querría decir.

Ese es el motivo de estas cartas, que el mundo conozca todo lo que no me atrevo a decir.

Quizás algún día, por alguna remota casualidad, alguien llegue a leer esto, y todo lo que escriba de aquí en adelante, y se sienta identificado. Quizás de la casualidad que alguna de estas cartas fuera escrita pensando en alguien que se deje caer por aquí. Quizás, no.... Quien sabe....

Con incertidumbre me despido.
Hasta mi próxima carta.

Atentamente:
                       Sin Remite