domingo, 25 de septiembre de 2011

Querido Nadie

Necesito sentirme querida.

En este preciso instante necesito que alguien me quiera, sentir que soy la persona más importante para alguien.

Necesito dar todo cuando guardo para alguien que ya tiene de todo. Es injusto para el mundo que yo quiera darle todo de mí a alguien que no necesita de nada.

Ojala existiera alguien a quien poderle brindar todo cuanto tengo por dar, y que con ello le hiciese la persona más feliz del mundo.

Hace demasiado tiempo que mis oídos no escuchan un "te quiero" sincero.
Hace demasiado tiempo que mis brazos no se funden en un abrazo cálido con el ser amado.
Hace demasiado tiempo que mi cuerpo no experimenta la dulzura de hacer el amor.
Hace demasiado tiempo que mis labios no pronuncian un "te amo".
Hace demasiado tiempo que mi piel no se eriza por una caricia intensa.
Hace demasiado tiempo que mis ojos no se reflejan en el brillo de otros ojos que a la vez que reflejan en los míos.

Comienzo a conformarme con cualquier amor, sabiendo que no puedo tener el tuyo, cualquiera me vale, pero necesito alguno.
Una persona tan dependiente del amor como lo soy yo, llevar tanto tiempo sin que nadie me quiera ni me permita quererle, hace que comience a volverme loca.

Un trato simple, sincero. Prometo a cualquiera que quiera amarme hacerle la persona más feliz del universo, entregar todo de mi, entregarle un amanecer cada mañana, y la estrella más preciosa y brillante al anochecer. Prometo escribir mil versos de amor y regalar centenares de rosas rojas cada segundo que pase sin su presencia. Prometo lo inalcanzable, lo imposible, prometo cuanto puedo imaginar, que si alguien se digna a amarme le entregare hasta el último aliento de mi si así lo desea.

Sin amor y con mil promesas se despide una eterna enamorada Sin Remite.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Querido Nadie

Acaba de desplomarse sobre mí el enorme peso de la soledad, de la más pura y cruel soledad.

No importa si te rodean centenares de personas, si te falta la que da sentido a tu vida.
En muchas ocasiones, echar de menos a alguien puede hacerse llevadero, las penas cuando se comparten son menos tristes. Pero cuando llegas al punto de angustia tan profunda, que tan solo serías capaz de compartirla con una sola persona, la que denominas tu mejor amigo en este mundo, tu persona de confianza, de contacto en caso de emergencia, la persona en la que cuyas manos podrías tu vida sin un atisbo de duda ni preocupación.

Pero… ¿qué ocurre cuando esa persona de confianza es la misma cuya ausencia te crea tal angustia que te cuesta seguir respirando?
¿Qué pasa cuando necesitas un abrazo del ser amado, y tan solo puede calmarte la presencia de un verdadero amigo, y es el mismo de cuyo abrazo careces?
¿Qué se hace cuando todo cuanto necesitas tan solo puede bríndatelo un ente ausente?

No se puede hacer nada, la soledad hace acto de presencia y te atrapa entre sus garras despiadadas e infranqueables. Esas de las que por mucho que forcejee no podrás soltarte nunca, tan solo depende de que aparezca la persona adecuada en el momento adecuado, con una enorme linterna de amistad, compañía, cariño y amor, para asustar a la mayor y peor de todas las sombras y temor de la humanidad. Es el único remedio, lo único que puede ahuyentarla.

Desearía que pudieras dividirte en dos, que fueses en distinto tiempo, en distintos seres, y estuvieras en distintos lugares, siendo el hombre de mi vida, de mis sueños, mi amor imposible, y por otro lugar mi amigo fiel, mi confidente, mi compañero. Necesito ambo de ti, pero ahora desearía que fuerais dos, no soporto la ausencia de ambos en este momento.

Más sola y desesperanzada que nunca se despide este alma Sin Remite.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Querido Nadie

Te vas.
Te escapas entre mis dedos y no puedo hacer nada por retenerte. Cada segundo, cada instante, cada abrir y cerrar de ojos hace que tenga menos de ti.

Soy como un niño pequeño solo en el aseo, frente al lavabo, jugando a atrapar el agua, intentando cortarla, o retener toda la posible en sus diminutas manos sin que haya una sola fuga. Y se acaba enfadando por no conseguir sus objetivos.

Solo que yo soy más estúpida aun, yo tan solo he querido retenerte entre mis manos sin hacer fuerza para que no te escurrieras entre los dedos, sin preocuparme de tapar las fisuras por la que podías filtrarte. Tan solo esperaba un milagro y que las leyes de la física dejasen de cumplirse para así poder tener eternamente un puñado de agua para mí.

Sé que he pedido demasiado, he deseado lo imposible, y no he hecho nada por conseguirlo. Tan solo me he conformado con el hecho de pedir, como si con eso bastara. Ahora te vas, y noto tu ausencia incluso antes de tu marcha, te echo de menos cuando aun ni tan siquiera te he perdido de vista.

Sé que nada cambiará, sé que volverás, sé que seguirás siendo mi mejor amigo y yo la tuya. Lo que me molesta es que no haya tenido los arrestos en todo este tiempo de decirte lo que siento, de demostrarte cuánto eres para mi, cuan deseo que seas para mí por siempre. Sé que las cosas seguirás estando como están aunque estés un poco más lejos, como han estado todo este tiempo atrás, todo igual. Eso es lo que me entristece, lo que me preocupa, lo que me duele, que todo sigue igual, y por mucho que me dije que iba a hacer o decir, no he hecho ni dicho nada, no he tenido coraje, valor, tan solo he tenido miedo.

Y ahora te vas.

Sin Remite.