martes, 13 de noviembre de 2012

Querido Nadie

¿Y tú te atreves a darme las gracias por existir? ¿Tú?
Tú que eres mi ser, mi vida, mi mundo, mi todo, mi existencia.
Tú que eres quien da sentido a todo.

¿Tú me das las gracias a mí por estar ahí, por ser tu amiga, por ser yo misma, por existir?

Entonces, ¿qué debería hacer yo? ¿Crear una nueva religión que te venere, crear monumentos con tu rostro y situarlos por todo el planeta y gran parte del universo...?

Por qué darte las gracias por tu presencia, por tu existencia, por permitirme formar parte de tu vida, de tu mundo, de ti mismo, por hacerme reír siempre que tengo un mal día, por poner una sonrisa en mi rostro cada vez que escucho tu voz, por darme un vuelco en el pecho cuando decides aparecer sin previo aviso en el lugar más inesperado en el momento más inesperado. Darte las gracias por todo eso me sabría a poco, porque tiempo atrás, cuando lo poco que habías hecho entonces por mí fue reaparecer en mi vida, alegrarme los días y brindarme un fin de semana inigualable en tu actual ciudad, ya te escribí de forma discreta y disimulada en tu pizarra un "SIMPLEMENTE GRACIAS". Y aún no me habías abierto tu "yo mismo" que nadie conoce, aun no me habías besado, aun no me habías mostrado el más puro y sincero padrazo que hay en ti, aun no me habías prometido ser el progenitor de mi descendencia, aun no me habías enseñado a ver el mundo con tus ojos. ¿Qué debería hacer ahora para mostrar mi gratitud?

¿Y cómo se supone he de reaccionar cuando mi mejor amigo, mi cómplice, mi amor secreto me da las gracias por existir? ¿Cómo reaccionar, qué hacer? Cuando no puedo besarse, no puedo decirle que le amo, no puedo prometerle la felicidad plena, cuando no puedo decirle que no existiría de no ser por él y que no querría hacerlo si él no me permitiese compartir esa existencia durante el resto de nuestro días junto a él.

Porque yo soy así, cuando algo o alguien me deja sin palabras, no intento buscarlas, simplemente reacciono con hechos, pero cuando no se me está permitido hacer X cosas, porque no me perteneces en ese sentido, porque ya hay otra quien te besa, quien te abraza, quien te dice que te ama (o debería hacerlo), a quien deberías darle las gracias por existir, no a una amiga, a una simple amiga, si tu mejor amiga, pero no dejo de ser eso... una amiga...

Ojala tuviese los arrestos, la valentía y la desfachatez de mandar todo a la mierda, de decir, me importa un bledo ella, y tu relación, y todo, te quiero y lo grito a los cuatro vientos, y quiero que me permitas darte la felicidad que sé que otras no han sabido darte y no te dan.

Pero yo y mi cautela, mi prudencia, mis acciones políticamente correctas, mis principios de orden y ley, mi lealtad hacia ti, me impide hacer algo tan radical e irracional...

Algún día, confío en que llegue mi momento, y espero que no me pase como al prudente de William Turner, que deja pasar sus oportunidades con la bella Elizabeth Swann, porque yo no tengo un Jack Sparrow que me diga "si buscabas tu momento, era ese". Puesto que tú sueles ser mi Pepito Grillo y quien da esos toques de sarcasmo y datos obvios a mis cagadas...

Así que tan solo me queda confiar en el destino y en mi sensatez...
Y espero que no vuelvas a ponerme entre la espada y la pared con mensajes que me hacen desear amarte más de lo que ya lo hago, y no brindarme la oportunidad de decirlo ni demostrarlo.

Eternamente agradecida por formar parte de tu mundo me despido una vez más: Sin Remite.