jueves, 2 de junio de 2011

Querido Nadie

Sé que no debería estar haciendo esto…

Sé que ha pasado mucho tiempo, que se supone que yo he pasado página, que tú has pasado página…

Se supone que ahora somos dos personas maduras e independientes, que no tenemos nada que ver la una con la otra…

Pero… tú sigues sin pisar los lugares donde se supone que yo puedo estar, y yo deje que la única persona que me ha querido después de ti me dejase por el simple hecho de que yo conoce a una réplica de ti, o a lo que yo creí que era una réplica tuya, y me desviví por conocer a esa persona y descuide a quien tenía al lado, simplemente porque no podía parar de pensar en ti.

Porque cuando alguien me dice que te ha visto, que se ha cruzado contigo, que conoce a alguien que te conoce, o que te conoce directamente a ti, les avasallo a preguntas.

Sabes porque me cabree cuando dijiste que yo no debería haber ido a tu graduación, porque era cierto, no debería haber ido con la excusa que fui, debería haber sido valiente y haber dicho la verdad, haber dicho que fui por verte, por saber de ti, por estar presente en ese día tan importante en tu vida. Pero no me arrepiento de haberme cabreado, porque eso me permitió volver a oír tu voz, me permitió saber que te estaba pasando, y me permitió conocerte un poco y hacerte de amiga, de confidente, de consejera una vez más.

Y durante meses después seguí “acosándote”, interesándome por ti, con la escusa de saber cómo estabas, con la escusa e querer ayudarte, con la escusa de que te desahogases y volvieras a ver en mi la amiga que un día fui, porque a raíz de aquella amistad que un día nos unió, surgió una de las relaciones más maravillosas que te he tenido, surgió uno de los amores más sinceros que he tenido.

Y fui estúpida en su momento en dejarte escapar, antepuse a ti cosas que en realidad no tienen valor alguno, y lo sé, siempre lo he sabido, pero soy demasiado cobarde y orgullosa para reconocerlo. Y te preguntaras que entonces… porque lo hago ahora… simplemente, porque a pesar de todos estos años, a pesar de no saber de ti, de no verte, ni oírte ni hablarte, a pesar de todo, sigo queriéndote, no puedo borrarte de mi mente, y no sé cómo hacerlo, ni siquiera sé si quiero hacerlo…
Quizás todo esto sea en balde, supongo que no valdrá de nada, o quizás lo valga todo. Pero ahora tengo ganas de luchar por ti, de volverte a tener entre mis brazos y recuperar todo lo que perdí.

Perdóname por haberte dado de lado, por no haberte esperado, por abandonarte, por sustituirte, por intentar olvidarte, y si no te valen estas disculpas porque ya sea demasiado tarde… al menos perdóname por seguir amándote.


Sin Remite

No hay comentarios:

Publicar un comentario